~~Kyo's Day~~ Narración por Kyo
Me quedé mirándole fijamente a los ojos. Estaba realmente
impresionado, no por tener a mi mejor amigo delante mía declarándose, si no
porque estaba amándome, demostrándome cariño ¿Cuánto tiempo hacía que no me
sentía querido? Estaba tan confundido, no sabía que decir, pero si sabía lo que
quería ¿Por qué mi mente es tan compleja? Me acerqué lentamente a él, aproximé mi rostro hasta el punto de casi tocarnos, me miró a mis ojos, sonreí levemente
y bajé lentamente, comencé a besar su cuello, a morderlo, noté como se le
erizaba la piel, acariciaba su pecho y continué descendiendo lentamente mientras
besaba cada parte de su cuerpo. Me detuvo con su mano suavemente, delicadamente cogió mi mentón y alzó mi cabeza.
-Kyo... ¿Estás seguro de lo que haces? No te gustan los...
no quiero por pena...- Intentó levantarse pero se lo impedí.
-Sí que quiero- Mi voz sonó tan fría, necesitaba tanto
cariño.
-No creo- No le dejé que se levantara, no quería perder este momento así que rápidamente junté mis
labios con los suyos, cuando sentí el contacto mi corazón se aceleró, eran suaves, nos besamos, mordí su labio inferior, aquellos labios carnosos eran
especiales.
-Kyo...- Me dijo en un suspiro. Tumbé a Ryo y seguí
besándolo, uniendo nuestros labios en uno, introduje mi lengua lentamente, los
dos nos fundimos en aquel beso. Separé mis labios lentamente de los suyos, besé
su barbilla y continué descendiendo por su cuello, pecho, abdominales, hasta llegar
a la toalla, se la quité y hice mi labor, era la primera vez que hacía esto,
estaba nervioso, no sabía si le gustaría, pero por sus pequeños gemidos creo
que no fracasé del todo. No duró mucho, Ryo se levantó y me besó mas
bruscamente, movía sus labios rápidamente, me besaba la cara y me daba pequeños mordiscos, me quitó la
camiseta que tenía. Siguió besándome mientras me abrazaba fuertemente, notaba
la presión de sus manos recorriendo mi espalda, aquello me hacía feliz, el ver
cómo me besaba, como me tocaba, su respiración, todo era tan distinto a las
otras veces que había hecho esto, aquí había amor.
Esta vez fue Ryo el que me tumbó y comenzó a besarme
mientras bajaba lentamente, toda la piel se me erizó del roce de sus labios.
Bajó cuidadosamente mi pantalón, introdujo mi sexo en su boca, eso me provocó
un placer tremendo. Lo hacía delicadamente, sabía donde tocar, donde besar,
sabía cómo complacerme como nadie lo había hecho, era la persona que mas me
conocía. Sabe donde están todos mis puntos débiles, sabía como provocarme mis gemidos mas naturales. Al terminar Ryo subió delicadamente otra vez y volvió a besarme, nuestros
cuerpos estaban pegados pero no completamente unidos, el se puso de rodillas y
me dio la espalda. Le detuve, le giré y le miré.
-Quiero verte, mirarte a los ojos- Me eché hacia atrás
tumbándome, el se colocó encima mía y me acomodó, hizo todo lo que era necesario
y unió su cuerpo al mío, mi expresión mostraba dolor pero aun así también había
una mezcla de placer, era mi primera vez pero no dolió tanto como creía.
Ryo comenzó a moverse lentamente, sus dedos buscaron los
míos y se entrelazaron, sus delicados movimientos me hacían gemir pero él me
callaba con sus carnosos labios, nuestros sudores se hacían uno, el comenzó a
acelerar, mi corazón latía al ritmo de los movimientos, mis venas hinchadas
rozaban con las suyas, eso me excitaba demasiado. Separó sus labios de los míos
y me miró a los ojos sin detener el movimiento.
-Te amo- Sonó demasiado franco, fue un susurro que se introdujo en mi mente. Al terminar de decir aquello continuó besándome el
cuello, miré al techo, esta vez el castillo que había creado de esto se había
desmoronado. Si, es verdad que esta vez era especial a las otras, esta vez
había amor, nunca me habían hecho sentir así, nunca lo había hecho de esta
manera, pero... ¿Esto era a lo que llamaban hacer el amor? No... algo fallaba,
era yo, en ningún momento pensé en los sentimientos de Ryo, solo pensé en los
míos, en mi falta de cariño. Él es la única persona que me quiere y busqué este
hecho por sentirme querido, por sentirme amado, lo he utilizado como un objeto.
Le quería tanto, pero no le quería como merecen que le quieran, tal vez sea un
monstruo que solo mira por sus bienes. Una lagrima recorrió mi cara, cayendo en
aquel lecho donde había cometido aquel acto del que no me sentía orgulloso.
Al terminar los dos nos quedamos dormidos entre mis sabanas,
o al menos yo fingía dormir esperando a que él lo hiciera.
Era de día a pesar de lo oscuro que estaba mi cuarto debido
a que todo estaba cerrado, mi móvil se iluminó, era un mensaje de Takara. En él
decía una calle y que fuera allí, que iba a ser el final de Hikari. Esa
chica... otra de mis preocupaciones, la cabeza me dolía muchísimo. Miré a Ryosuke
durmiendo ¿Sería feliz? Creo que no, creo que él sabía que yo no sentía lo
mismo. Esa chica Hikari... ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué huyo de estos
sentimientos? No puedo permitir que otra persona salga dañada por lo que hago.
Acaricié mi hombro, en el que estaba tatuado el nombre de Ryosuke.
-Lo siento Ryo, lo siento por todo y debo agradecerte esto,
lo que me has hecho sentir y tal vez esto haya cambiado mi forma de pensar-
Escribí una nota que decía "Quédate a vivir en mi casa un tiempo,
olvidemos todo lo que ha sucedido hoy" Era frio y cruel, lo sé, pero ahora
solo Hikari ocupaba mis pensamientos, me vestí y salí corriendo.
Caminé por los callejones de Japón buscando aquel edificio
que me habían dicho, era un barrio bastante pobre, olía a pescado, odiaba el
olor a pescado. Estaba despeinado y olía a sudor, iba en chándal con una
chaqueta de cuero, estaba realmente ridículo, pero no sé porque el salvar a
aquella chica era lo único que me importaba. Crucé por un callejón y me
encontré inesperadamente con alguien, me sorprendí. Tenía a Mei delante mía.
-¿Qué haces aquí?- Le pregunté.
-¿Tu qué crees? Salvar a Hikari de lo que has hecho- Estaba
realmente furiosa, me daba mucho miedo.
-Yo también intento evitarlo- Mierda, algo en mi fallaba,
ella iba a notar algo.
-¿Tú? Aléjate de ella, tan solo le harás daño ¿Que buscas
con esto?- El tono de voz de Mei estaba muy elevado.
-Busco... busco... ¡Alejarla de ti! Eres peligrosa- Otra vez
creo que estuve actuando por mis propios bienes.
-¿Peligrosa? Me hace gracia ¿Peligrosa para ella o para ti?-
Mei suspiraba.
-Para mi... Ella... no sé porque pero no quiero que tenga
una mala imagen de mí, no quiero que estés con ella, tan solo nos provocaras
problemas- No quería decir eso la verdad, no quería parecer un estúpido.
-¿Sabes? Le he hablado de ti, pero no le he contado nada
malo, es más, creé una buena imagen, mejoré esa imagen que ella tenía de ti.
Kyo, date cuenta de que tu solo estas destruyendo tu imagen y destruyéndola a
ella, quien debe alejarse de ella eres tú, solo le harás daño - Aquellas
palabras de Mei me causaron tanto dolor, porque tenían la razón.
-No le haré daño- Tan solo pude decir aquello mientras
miraba al suelo.
-Si lo harás, no, ya lo has hecho, como has hecho a todo el
mundo, incluido a Ryosuke- Mei buscaba derrumbarme.
-¿Ryo? ¿Que sab...- Me interrumpió.
-Os conozco a los dos desde que erais pequeños, llevamos
toda la vida juntos, estuve saliendo contigo, creo que el único que no se daba
cuenta eras tú o tal vez no querías ver el daño que hacías a la única persona
que decías querer- "Y a la única persona que me quiere" Me dije a mí mismo.
-Kyo, aléjate de ella por favor- Enfurecí
-¿Tu te crees que eres buena? ¿Te crees que tu no le harás
daño? ¡Eres un monstruo como yo!- Le grité.
-¡No me compares contigo! Mierda... ahora lo importante es
Hikari- Mei salió corriendo. Me acobardé, supe que mis palabras no tenían razón
y corrí a mi casa. Cuando entré me acordé de que ahí no estaba libre de
problemas, subí a mi cuarto, me encontré con Ryosuke sentado en mi cama, me
miró.
-¿Qué es esto?- Lanzó la nota que escribí al suelo.
-Ryosuke...- No tenía palabras para justificarme.
-¿Ryosuke? ¿Me llamas por ni nombre completo ahora? Como
cambian las cosas- Comenzó a llorar ¿Por qué lo hacía? No, por favor, no merecía
llorar por mí.
-Ryo...- No salían las palabras.
-Me has utilizado como un objeto... Soy tonto, en el fondo
yo también lo sabía, era imposible que tu sintieras eso por mí, pero tenía
esperanzas, esperanzas de que tú me amaras- Le costaba tanto hablar mientras
lloraba, siempre le costó mucho. Mis ojos se pusieron rojos, mis lagrimas
deseaban salir.
-Te amo Ryo...- Solo podía decirle eso.
-Antes podía creer que me amaras, no como lo hago yo, si no
como a tu amigo, pero después de esto ya no me queda nada. Tal vez deba de
reconsiderar las palabras de mi hermana, tan solo soy basura- Ryosuke se
levantó y se dirigió a salir de mi cuarto, le cogí del brazo. Unas pocas
lagrimas comenzaron a recorrer mi cara.
-¿A dónde vas? En tu casa está tu padre- Mis labios
temblaban.
-Mejor, ahora solo deseo morir mutilado- Se soltó y se
marchó.
-No me dejes- Dije a la nada mientras lloraba como nunca
había hecho, me arrodillé en el suelo, mis lagrimas caían. ¿Cómo es posible que
hace unas horas tenía a esa persona ahí conmigo, uniéndose a mí y ahora ya no
estaba en mi vida? Tal vez era lo que me merecía.
Comments (1)
Vale, no, no me gusta ésto, Kyo y Ryo tienen que estar juntos, sí o sí. Me frustro(?)